En este mundo global, cada vez prima más tener un relato diferenciador que nos haga especiales. Las ciudades deben construir una historia característica que las haga una oportunidad única y un destino irrenunciable.
La reforma de la Ley del suelo de la Comunidad de Madrid trae beneficios a corto y largo plazo y adapta la regulación a las nuevas realidades de la sociedad.